Las declaraciones de Freddy Bernal, diciendo que las personas homosexuales pueden ser policías siempre y cuando no lo digan, son indignantes, exasperantes y vergonzosas. Más aún, ver a un presentador de noticias permanecer en silencio mientras en su estudio se difunde semejante intolerancia, es peor.
En su pequeño discurso, Bernal intenta (y falla) explicar por qué la Fuerza Policial no puede admitir personas con tatuajes, aretes o que sean "hippies" (tengo una anécdota sobre el odio a los hippies en Venezuela que dejaré para otra publicación). También trata (sin éxito) de justificar los requisitos de conducta para homosexuales en la fuerza, los cuales incluyen no “exhibir su estilo de vida”, no usar camisas rosadas ni pintarse los labios, porque evidentemente eso es lo que hacen los homosexuales.
(No se preocupen, compañeros tatuados, de aretes o hippies; Bernal dice que pueden trabajar en el Ministerio de Cultura).
Rápidamente, añade que no tiene nada en contra de “ese tipo de personas”, asegurándose de que entendamos que él no se considera parte de "ese tipo de personas".
Bernal elimina por completo la figura de la mujer policía y sostiene la imagen del oficial todopoderoso y dominante masculino: libre de tatuajes, agresivamente heterosexual, con el azul masculino como su color favorito.
¿Acaso no hay mujeres en la fuerza? Y si las hay, ¿las mismas restricciones sobre los aretes, el uso de rosado, maquillaje y el “exhibir” estilos de vida lésbicos aplican a ellas?
Para un gobierno que se autoproclama inclusivo, el chavismo realmente tiene algo en contra de los tatuajes. Y además, ¿qué pasa si el tatuaje es la firma de Chávez? Y otra cosa: ¿qué tiene que ver el tener tatuajes con la ética y el desempeño? Esto es lo que Bernal considera como sus principales preocupaciones.
En última instancia, lo que más me molestó de esta entrevista fue la idea de que los homosexuales no deberían “exhibir” su estilo de vida en público, y que ser gay va en contra de lo que un oficial de policía debería ser. Luego repite una y otra vez que eso no es discriminatorio, que se están respetando los derechos de todos. La única explicación que ofrece es que simplemente no sería aceptado, ya que “no está en nuestra cultura”.
Bernal usa la “cultura” como excusa para justificar su misoginia, su intolerancia y su homofobia.
Bernal le está diciendo a hombres valientes como Yonatan Matheus, miembro de Venezuela Diversa, quien fue secuestrado y casi asesinado por la policía metropolitana en 2009, que no tiene cabida en la nueva Fuerza Policial (de hecho, Bernal está equivocado, pues Yonatan ha estado enseñando en la UNES desde 2012 contra todas las adversidades).
Hace apenas unos días, Matheus y Franco, de Venezuela Diversa, presentaron el Informe sobre el Estado de los Derechos Humanos de la comunidad LGBTI en Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Es triste y sombrío.
Desde funcionarios gubernamentales que expresan agresiones contra la comunidad, la falta de protección legal para parejas del mismo sexo, más de una década de continuos proyectos de ley para los cuales ningún legislador muestra apoyo, hasta el continuo e imparable asesinato de transexuales y homosexuales (muchas veces a manos de fuerzas de seguridad) para los cuales no hay justicia.
La solución de Bernal es que se queden dentro del clóset.
Publicado en: https://www.caracaschronicles.com
Escrito por: Audrey M. Dacosta
Traducido al Español: translate.google
Fecha: 20 de marzo de 2015
Foto: Caracas chronicles
No hay comentarios.:
Publicar un comentario