"Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos ... Son lo mejor de nosotros. Denles vida." Kofi Annan

lunes, 28 de septiembre de 2015

La prostitución masculina no es un delito, pero se paga caro*

La prostitución masculina no es un delito en las leyes venezolanas. Pero sí se asocia a esta actividad con el consumo de drogas, la extorsión, el secuestro y la trata de personas.

Por tanto urge que el Estado regule el oficio, para que las personas que deciden dedicarse al trabajo sexual “puedan tener un mínimo de condiciones laborales y de salud”,  expresó Yonatan Matheus, director de Venezuela Diversa, quien reconoció que cada vez más hay hombres prostituyéndose por múltiples razones.

Explicó que el trabajo sexual masculino trae consigo la misma carga de estigma que tienen las mujeres. Y aclaró que aunque es vista como una de las profesiones más antiguas, prostituirse es un acto totalmente engorroso, más cuando se trata de adolescentes que son forzados a tener relaciones con otros.

También están los casos de mujeres y hombres que deciden, quizás por el poco acceso que tienen a los bienes y servicios, vender su cuerpo con tarifas y tiempos precisos.

“Pero en todos los casos hay el riesgo latente. Por tanto hoy por hoy es conveniente que se empiece a regular este tipo de actividad. Así estas personas pueden tener beneficios laborales, como por ejemplo cotizar en el Seguro Social y en la Ley de Política Habitacional. Debe haber políticas públicas para ello y eso es lo que no hay en estos momentos”.

Es por ello que se vincula la prostitución con el delito y más ahora cuando los hombres están promocionándose ya no solo en avisos clasificados, sino por redes sociales y páginas web.

“Esto promueve la extorsión, el tráfico de drogas y la trata de personas. En cambio sí hay condiciones dignas y las personas incluso tienen acceso a la información se pueden prevenir hasta las enfermedades de transmisión sexual”, dijo Matheus.

Añadió que de ese modo se generaría sensibilidad hacia el riesgo que implica ejercer esta actividad “y estaríamos hablando de mayor responsabilidad social. De otro modo la sociedad seguirá viendo este oficio como denigrante en perjuicio además de la familia”

Los hombres ven en la prostitución un buen negocio

 “Con un sueldo mínimo no podía vivir. Eso dura menos de una semana. Por eso trabajo en la calle ofreciendo mi cuerpo. Por lo menos lo que gano al día me da para pagar la habitación del hotel que me cuesta Bs. 1.800, el odontólogo, el gimnasio, las comidas y para mis cuestiones personales”.
Taylor Sebastián Durán (nombre de oficio) es uno de los ocho hombres que se dedican al trabajo sexual por los alrededores de Plaza Venezuela.

A sus 20 años tiene antigüedad en el oficio. “Son cinco años en la calle y ahora quiero ofrecerme en sitio web como Latin Chicos. Porque uno corre mucho peligro, tanto por los abusos policiales, como por los ladrones. Nos golpean y nos roban. Esto es muy peligroso y ya no es lo mismo que antes. Además hay mucha competencia”, dijo Taylor, un hombre de voz grave, de un 1.72 de estatura, moreno y delgado.

Él, a eso de las 6 pm, comienza su rutina todos los días por los alrededores de Plaza Venezuela, a la altura del banco Mercantil de la avenida Solano, o detrás del edificio de La Previsora.

“Me paro y comienzo a posar para captar clientela. Eso lo hago de 6 a 8 pm. En esa cuadra hay hombres desde los 18 hasta los 27 años de edad. Algunos son de Caracas y otros de Maracaibo. Muchos hacen esto de prostituirse por necesidad, y para llevarle dinero a sus familias”, explicó.

Taylor contó que hay muchachos de buen físico, con buenos glúteos, con cuerpos bien formados y hasta con preparación académica. De allí que la competencia es un tanto dura, y para mantenerse dijo que invierten, no solo en su cuerpo, sino en ropa moderna.

“Gasto cuatro veces más en ropa de lo que gano en un día. A veces salgo con camisa manga larga, otras veces en mono y con zapatos deportivos y en ocasiones semi desnudo. Pero eso depende del día”, relató.

Los días buenos son los viernes y sábado y el servicio que más buscan es el sexo oral. La tarifa no baja de los Bs 1.500. “Pero también hay casos en el que el cliente pide de todo y se va sin pagar. Eso suele pasar. Imagínate cómo queda uno”.

(*) Publicado en: https://cronica.uno/nacionales/
Escrita por: Mabel Sarmiento
Fecha: 28 de septiembre de 2015
Foto: Cristian Hernández

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